El ambiente tenso del inicio del disco, ese pulso y esa respiración precede "Raise the death", un trayazo de proporciones bestiales. Esas guitarras de tono sugerente y oscuro, solos de carácter titánico, ágiles y constantes de extensión más que aceptable, y una batería inspirada y rápida, conforman un primer tema ágil y potente, un gran inicio lleno de rabia.
Una terrible risotada precede "Rotten to the Core", clásico de la banda, con un gran riff de estribillo, un solo compuesto de dos partes de gran factura, coros emocionates con mucha energía, un bajo fuertemente distorsionado y audible, y redobles bombásticos de batería.
Con un título muy punky, llegamos a "There's no Tomorrow", un tema muy potente, que a partir de la mitad muestra un gran cambio de tempo lleno de fuerza, que precede a un solo realmente caótico y bello, muy técnico, con un bajo y una batería potentísimos detrás que aderezan este trallazo.
"Second Son" muestra un poco la sencillez del punk en los riffs, un punk que les es influido por parte de los Sex Pistols, pero conscientes de la necesidad de una voz controlada y virtuosa al frente, y pese a eso, el solo se pasa por el culo la sencillez punk y muestran a partir de ahí un estilo más identificable con Iron Maiden, un tema con una voz bramante y mucha potencia que ceder a los metalheads.
"Hammerhead" hace honor a su nombre, tu cabeza te pedirá headbang, simplemente, como la canción reza. Posee un riff principal rápido e incitante, machaca-cuellos, grandes redobles de batería, y un solo brutal y enredador, con un acompañamiento de fondo que provoca deseos de realizar un pogo.
En la siguiente canción un bajo brutal y dominante inicia el tema, pidiendo que te pongas en pie y te agites como sea. Ese tema es "Feel the Fire". Rezuma poder con riffs de gran dureza rompe-oídos, baterías constantes y bombásticas, momentos emocionantes y mucho sonido de inspiración Maiden. A partir del minuto 3 hay un cambio de feeling en el sonido que me pone los pelos de punta, con un cambio, de nuevo, lleno de épica, una voz potente y guitarras, bajo y baterías emocionantes, que precede un solo ágil y mezclador de muchos estilos, llegando a haber un auténtico pregunta-respuesta al final de este realmente brutal solo.
"Blood and Iron" inicia con un trallazo en los oídos ensordecedor, lleno de oscuridad y gran calidad guitarística, redobles geniales de batería, y grandes sobradas de voz. El solo, con un fondo muy denso, se revela rápido y lleno de múltiples notas. En serio, prueba a quitarte los cascos o bajar el volumen de el reproductor al final de la canción, notarás los oídos por su potencia.
Otro riff potente y ágil precede "Kill at Command", es uno de mis temas preferidos, lleno de intensidad. Lo más destacable son los coros vocales no cantados del minuto 2:15, llenos de épica.
Y para finalizar el álbum, con un viento de historia épica y poderosa nos llega "Overkill", tema sin solo pero con un alto poder sonoro y mucho espíritu punky, con riffs sencillos y ágiles, y un vocalista ispirado y muy motivado.
Además, incluye un bonus track, "Sonic Reducer", con un estilo punk mucho más marcado y estándar.
En general, es un disco que muestra el sonido más oscuro en guitarras en cuanto a thrash se refiere que yo conozca, con un sonido guitarrero curiosamente cercano al wha-wha en los power-chords, lo que me hizo enamorarme irremediablemente de este álbum que bebe de las corrientes NWOBHM y punky de sus coetaneos para ser los adalides de un género en aquella época pugante.